¿Qué es el esmalte dental?
El esmalte dental es una capa delgada y translúcida de un material increíblemente duro que recubre el exterior de los dientes. Incluso los dientes de leche tienen esmalte, aunque es más delgado que las cubiertas de esmalte de los dientes permanentes, y es la principal superficie de masticación y el compuesto defensivo de los dientes. El esmalte se compone principalmente de minerales como el calcio y el fosfato, y depende de una ingesta regular de minerales de la dieta.
Síntomas de erosión del esmalte
Los dientes con pérdida de esmalte tienden a comenzar a mostrar síntomas que tienen que ver con la pérdida de dureza y la exposición de la capa porosa del diente (llamada «dentina») que se encuentra debajo. Los síntomas de la erosión del esmalte incluyen:
- Mayor sensibilidad al sabor, las texturas y la temperatura.
- Grietas y astillas en la superficie de los dientes.
- Decoloración de ciertos alimentos que afectan la capa interna de los dientes.
- En algunos casos, puedes sentir un dolor agudo cuando el nervio interno se expone a estímulos externos.
Si la pérdida del esmalte dental no se previene o trata, también puede provocar una erosión general de los dientes. Cuando se pierde el esmalte, las bacterias dañinas pueden infiltrarse en la dentina porosa y afectar el suministro de sangre y los nervios internos del diente, una capa llamada «pulpa«. Las bacterias pueden corroer la estructura del diente e infectar la raíz del diente, que penetra profundamente en el hueso de la mandíbula, causando dolor, hinchazón y degradación de la raíz e incluso del tejido óseo circundante. Cuando esto sucede, es posible que sea necesario extraer el diente por completo para eliminar la fuente de infección y contener la propagación de la caries.
Si la placa dental no se elimina, esta se convertirá en sarro, lo que dificultará su posterior eliminación.
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¿Cuáles son las causas de la erosión del esmalte dental?
La pérdida de esmalte puede ocurrir por diferentes causas, pero la más común es la presencia de ácido en los alimentos y bebidas que consumes. La saliva funciona para neutralizar el ácido que siempre está presente en la boca, pero el consumo constante de una dieta alta en ciertos alimentos conducirá a la erosión del esmalte con el tiempo. Las bacterias en la boca también se alimentan de azúcares y producen sustancias corrosivas como subproducto, lo que significa que los alimentos que están llenos de azúcares o almidones también pueden contribuir a la erosión. Algunos alimentos que se deben evitar para prevenir la pérdida del esmalte dental incluyen:
- Alimentos azucarados como helados, dulces y caramelos.
- Alimentos ricos en almidón como pan blanco o pasteles.
- Frutas ácidas como manzanas, cítricos, bayas y limón.
- Refrescos, bebidas de frutas y zumos tanto por su contenido de azúcar como de ácido.
- Exceso de vitamina C, que se encuentra en los cítricos.
Además de tu dieta e higiene oral, existen otras causas para la erosión del esmalte que van desde factores ambientales hasta condiciones médicas. Por ejemplo, rechinar los dientes, morderse las uñas, masticar sustancias duras… son causas no dietéticas de la erosión del esmalte. Otros incluyen:
- Reflujo ácido u otros trastornos que provocan vómitos frecuentes.
- Bajo flujo de saliva, que puede ser un síntoma de condiciones como la diabetes.
- Uso regular de medicamentos como antihistamínicos o aspirina.
- Alteraciones genéticas que afectan el desarrollo de los dientes desde el nacimiento.
¿Cómo se puede prevenir la pérdida de esmalte?
El componente más fácil y crucial para prevenir la erosión del esmalte y los dientes es un buen proceso de limpieza de los dientes que incluye el cepillado diario, el uso de hilo dental y el uso de enjuague bucal con flúor. Esto evita la acumulación de bacterias que causan la placa, una sustancia ácida y pegajosa que erosiona el esmalte con el contacto continuo. También es importante ver a un dentista cada seis meses para una limpieza y un examen.
También debes intentar consumir menos alimentos azucarados o ácidos, y asegurarte de beber más agua para enjuagarte la boca y aumentar el flujo de saliva. Usa una pajita cuando consumas bebidas azucaradas, ácidas o carbonatadas para minimizar el contacto de estas sustancias con tus dientes. Terminar las comidas con un vaso de leche o comer queso también ayudará a neutralizar los ácidos, y masticar chicle sin azúcar entre comidas puede ayudar a limpiar los dientes y aumentar el flujo de saliva.
Finalmente, usar un enjuague bucal con flúor y pasta de dientes puede ayudar a remineralizar el esmalte. El fluoruro es un mineral natural que funciona a nivel microscópico para «tapar» los agujeros en el esmalte, retrasando el deterioro y evitando la erosión.
En la Clínica Dental Ikigai, somos expertos en tratamientos de salud dental. Para más información no dudes en pedir cita y visitar nuestra clínica.
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